El terrorismo, tal y como nos dice la RAE, es la forma violenta de lucha política, mediante la cual se persigue la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de terror e inseguridad susceptible de intimidar a los adversarios o a la población en general. A parte de la lamentable e irrecuperable pérdida de tantas vidas humanas genera otras consecuencias inmediatas y negativas sobre la economía, difícilmente cuantificables. En primer lugar, un ataque terrorista, como cualquier desastre, tiende a reducir la riqueza de un país por su destrozo de su stock de capital humano, los muertos y heridos, y de capital físico, las infraestructuras destruidas o dañadas. Pero, al mismo tiempo, tiende a aumentar el flujo que se produce con dicho stock, es decir, a incrementar la renta nacional, ya que se movilizan miles de personas y abundantes medios públicos y privados para paliar sus devastadores efectos, con lo que aumenta la actividad y la renta. Aparte, tiene un efecto muy gen
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