El turismo, según la Organización Mundial del Turismo, comprende "las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos a su entorno habitual por un período de tiempo consecutivo inferior a un año, con fines de ocio, negocios u otros motivos".
En 2017, más de 82 millones de turistas extranjeros visitaron España, según los datos del INE. Unas visitas que generaron 87 millones de euros y que colocaron a nuestro país como segunda potencia mundial por llegada de visitante e ingresos.
La Cuenta Sátelite del Turismo de España sitúa el peso del PIB asociado al turismo en un 11,7 por ciento, cuatro puntos por encima de 2016. Y en cuanto al empleo vinculado al turismo se alcanzaron los 2,6 millones de puestos de trabajo, un 12,8 por ciento del total de la economía.
El modelo turístico español
Nuestro país comenzó su desarrollo turístico en los años sesenta del pasado siglo. Entonces era un país que se estaba desarrollando y necesitaba el dinero que los turistas se gastaban en él, y ofrecía su clima, sus playas y sus precios baratos. Estas circunstancias propiciaron que comenzaran a venir a nuestro país deforma masiva los trabajadores europeos. A este modelo de oferta turística se la denominó “masivo de sol y playa”.
En los años ochenta comenzaron a ponerse de manifiesto dos cambios: los precios españoles comenzaron a subir, ya no eran tan baratos, y otros países mediterráneos, como Grecia, Turquía, Egipto, Túnez o Marruecos, empezaron a competir con España. Sus precios eran bastante más bajos, su clima y entorno eran similares, y su oferta cultural era amplia y más exótica. Ante esta situación de competencia, el sector turístico español comenzó a cambiar su modelo: ya no podía competir por los precios, ahora lo haría por calidad. Desde entonces empieza a ofrecer niveles de calidad y variedad iguales o superiores a los de los países europeos, pero sus precios siguen más bajos. A la vez ofrece mayor calidad y variedad que los países más baratos que compiten desde el sur del Mediterráneo o de África.
En 2017, más de 82 millones de turistas extranjeros visitaron España, según los datos del INE. Unas visitas que generaron 87 millones de euros y que colocaron a nuestro país como segunda potencia mundial por llegada de visitante e ingresos.
La Cuenta Sátelite del Turismo de España sitúa el peso del PIB asociado al turismo en un 11,7 por ciento, cuatro puntos por encima de 2016. Y en cuanto al empleo vinculado al turismo se alcanzaron los 2,6 millones de puestos de trabajo, un 12,8 por ciento del total de la economía.
El modelo turístico español
Nuestro país comenzó su desarrollo turístico en los años sesenta del pasado siglo. Entonces era un país que se estaba desarrollando y necesitaba el dinero que los turistas se gastaban en él, y ofrecía su clima, sus playas y sus precios baratos. Estas circunstancias propiciaron que comenzaran a venir a nuestro país deforma masiva los trabajadores europeos. A este modelo de oferta turística se la denominó “masivo de sol y playa”.
En los años ochenta comenzaron a ponerse de manifiesto dos cambios: los precios españoles comenzaron a subir, ya no eran tan baratos, y otros países mediterráneos, como Grecia, Turquía, Egipto, Túnez o Marruecos, empezaron a competir con España. Sus precios eran bastante más bajos, su clima y entorno eran similares, y su oferta cultural era amplia y más exótica. Ante esta situación de competencia, el sector turístico español comenzó a cambiar su modelo: ya no podía competir por los precios, ahora lo haría por calidad. Desde entonces empieza a ofrecer niveles de calidad y variedad iguales o superiores a los de los países europeos, pero sus precios siguen más bajos. A la vez ofrece mayor calidad y variedad que los países más baratos que compiten desde el sur del Mediterráneo o de África.
La importancia económica del turismo en España
España es una potencia turística a nivel mundial. En 2017 batió su récord de visitantes internacionales registrando la llegada de 82,2 millones y superó por primera vez a Estados Unidos, consiguiendo la segunda posición mundial. Consiguió también superar la cifra de gastos realizadas por los turistas que visitaron nuestro país con 87.000 millones de euros, según la información de Marca España.
El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio prevé que 2018 se cierre con un leve descenso de visitas, aunque con un incremento del gasto de los mismos en torno a un 2%. También se incrementan el número de ocupaciones en el sector turístico con un 13,2% de la ocupación.
El turismo es un sector relevante de nuestra economía, pero tiene muchos retos: la especialización, la estacionalidad y la calidad con lo que superar el turismo masivo de sol y playa.
Consecuencias y retos del modelo turístico
2.Demográficas
La fuerte demanda de servicios turísticos genera empleos, que en muchos casos son ocupados por inmigrantes extranjeros y españoles, lo que da lugar a estructuras menos envejecidas que la media española.
La oferta turística y las políticas de mejora de la misma están dando lugar aun fuerte desarrollo de las actividades del sector de la construcción(segundas residencias, hoteles, etc.), que genera empleos que también son ocupados en gran parte por población inmigrante.
La residencia durante unos días (en los meses de verano) de los turistas añade población a la de los residentes habituales, modificando la cantidad de habitantes, su estructura por edades (la mayor parte de los turistas son adultos y jóvenes), y los servicios que es necesario tener dispuestos para ellos.
Un grupo de turistas son jubilados de países europeos que residen durante el invierno en las zonas litorales españolas, donde el clima es más apetecible que es sus países de origen y los precios más bajos. El resultado son pirámides de población “anormalmente envejecidas” y con las peculiaridades propias de la población de sus países de origen.
La llegada masiva de turistas y la generación de empleo que conlleva suponen una elevación de la población y de la densidad de la misma.
El turismo supone el desarrollo de la construcción y de los procesos de urbanización, especialmente con el desarrollo de las formas de crecimiento difuso.
1.Ambientales
Los principales problemas, en la actualidad, vienen de la concentración del turismo en unas cuantas zonas del litoral y los archipiélagos, que sufren fuertes impactos: la llegada de turistas se traduce en mayor consumo de recursos y energía, mayor cantidad de residuos generados, más infraestructuras para dar servicio, mayor ocupación del suelo, más emisiones de gases contaminantes, etc .
Los principales problemas, en la actualidad, vienen de la concentración del turismo en unas cuantas zonas del litoral y los archipiélagos, que sufren fuertes impactos: la llegada de turistas se traduce en mayor consumo de recursos y energía, mayor cantidad de residuos generados, más infraestructuras para dar servicio, mayor ocupación del suelo, más emisiones de gases contaminantes, etc .
Además, en los últimos años, se han desarrollado una serie de infraestructuras muy rentables desde el punto de vista económico, pero difícilmente sostenible desde una postura ambiental. Los hoteles y residencias en primera línea de playa, los macro complejos turísticos y la proliferación de campos de golf en zonas con balances hídricos negativos contribuyen a la degradación del litoral y del paisaje, al agotamiento de los recursos, así como al desbordamiento de las localidades receptoras.
No obstante, el fomento de un turismo de calidad incluye la oferta de un medio natural adecuado, que sea un marco atractivo para realizar las actividades turísticas y también objeto de oferta turística (parques nacionales, lugares singulares, etc.)
2.Demográficas
La fuerte demanda de servicios turísticos genera empleos, que en muchos casos son ocupados por inmigrantes extranjeros y españoles, lo que da lugar a estructuras menos envejecidas que la media española.
La oferta turística y las políticas de mejora de la misma están dando lugar aun fuerte desarrollo de las actividades del sector de la construcción(segundas residencias, hoteles, etc.), que genera empleos que también son ocupados en gran parte por población inmigrante.
La residencia durante unos días (en los meses de verano) de los turistas añade población a la de los residentes habituales, modificando la cantidad de habitantes, su estructura por edades (la mayor parte de los turistas son adultos y jóvenes), y los servicios que es necesario tener dispuestos para ellos.
Un grupo de turistas son jubilados de países europeos que residen durante el invierno en las zonas litorales españolas, donde el clima es más apetecible que es sus países de origen y los precios más bajos. El resultado son pirámides de población “anormalmente envejecidas” y con las peculiaridades propias de la población de sus países de origen.
La llegada masiva de turistas y la generación de empleo que conlleva suponen una elevación de la población y de la densidad de la misma.
El turismo supone el desarrollo de la construcción y de los procesos de urbanización, especialmente con el desarrollo de las formas de crecimiento difuso.
3.Sociales
El empleo que genera y los suelos que ocupan compiten con otras actividades, propiciando modelos económicos de desarrollo “diferentes”.
La llegada de un buen número de personas con costumbres distintas,lenguas diferentes, etc produce un fenómeno de influencia cultural que modifica costumbres entre la población local, dando lugar a comportamientos diferentes.
La estacionalidad del turismo permite lo que se puede denominar “turismo a tiempo parcial”. Esto es que una porción importante de la población que vive en lugares turísticos se dedique a estas actividades sólo en los períodos veraniegos, teniendo otras ocupaciones de las que obtener renta a lo largo del año. El resultado es un incremento en las rentas.
El empleo que genera y los suelos que ocupan compiten con otras actividades, propiciando modelos económicos de desarrollo “diferentes”.
La llegada de un buen número de personas con costumbres distintas,lenguas diferentes, etc produce un fenómeno de influencia cultural que modifica costumbres entre la población local, dando lugar a comportamientos diferentes.
La estacionalidad del turismo permite lo que se puede denominar “turismo a tiempo parcial”. Esto es que una porción importante de la población que vive en lugares turísticos se dedique a estas actividades sólo en los períodos veraniegos, teniendo otras ocupaciones de las que obtener renta a lo largo del año. El resultado es un incremento en las rentas.
(El turismo de Sol y Playa en Andalucía )
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